lunes, 24 de marzo de 2014

ARABAKO DANTZAK



DANZAS DE ALAVA
Uno de los territorios más desconocidos a la hora de establecer su patrimonio cultural es quizás, la provincia de Álava y eso puede ser debido a la diversidad geográfica y cultural que presenta. Es decir, sobre todo en lo referente a su patrimonio folklórico y dancístico es poco conocido, aunque la riqueza que presenta es innegable.

Curiosamente, el establecimiento de su legado coreográfico y musical se desarrolla por toda la periferia de su amplio espacio geográfico o lo que es lo mismo, en torno a sus zonas limítrofes. Por el norte y sobre todo al sur (en la llamada Rioja alavesa), aparecen danzas y conjuntos de danzas de gran significado y simultáneamente, un menor peso específico presenta el este y el oeste de la provincia.

Si nos fijamos en la estructura coreográfica e incluso, en su funcionalidad o contextualización podemos clasificar las danzas alavesas de una forma lógica y clarificadora (aunque existen diversas variables y otras posibilidades clasificatorias). Al hilo de los citados criterios podemos establecer el siguiente esquema general:


Ondeos de banderas 

Los llamados genéricamente "baile o tremolar de la bandera" son conocidos en la comarca de la Rioja Alavesa, donde la bandera local es tratada con el máximo respeto y siempre deslizándola (evitando que se vaya a doblegar ante nadie o nada) por la fachada de la casa consistorial, ocupando un lugar preferencial en los cortejos procesionales, portada ceremoniosamente por el representante municipal, y tan sólo doblegándose como símbolo comunitario ante el poder divino.


En la villa de Oyón, durante las festividades patronales de San Vicente y San Anastasio (21 y 22 de enero), el síndico municipal y un personaje singular (vestido con traje de paño en dos colores: rojo y verde) conocido como "Cachi" son los protagonistas del popular "revolcón del Cachi".

Previamente, concentrados en la casa consistorial, después de bajar ceremoniosamente la bandera municipal y recogida por un enguantado síndico que la va a llevar en el recorrido procesional hasta la iglesia parroquial. Una vez llegados a la puerta, el "Cachi" se tiende en el suelo y el síndico ondea la enseña local sobre él, mientras aquel se revuelca de un lado a otro. Todo ello, se desarrolla a los compases de una novedosa habanera y su envolvente ritmo, interpretado por una agrupación musical.

Una vez acabado el ceremonial del ondeo de la bandera, el "Cachi" se incorpora y lanzando su gorro al aire, grita: ¡Viva San Vicente y San Anastasio! (sentencia que lleva cosida en la espalda de su bicolor chaqueta). A lo que el público asistente contesta con un fuerte: ¡Viva!.

Seguidamente, entran en la iglesia para oír la misa mayor (amenizada por el canto de los madrugadores "auroros"). Finalizado el oficio religioso, vuelven en solemne procesión civil a la casa consistorial y en su plaza, de nuevo van a repetir el ondeo de la bandera en las mismas condiciones.

Por otro lado, el conocido en Laguardia como "el revolteo de la bandera" se encuadra en las fiestas patronales de San Juan (24 de junio). Desde primeras horas los danzantes van recogiendo en sus casas, uno a uno, a los componentes de la corporación municipal. Reunidos en el Ayuntamiento, proceden a bajar con gran ceremonial la enseña de la villa y de las manos del alguacil, éste la deposita en las enguantadas manos del síndico.

Siempre mantenimiento un orden establecido (cachimorro, danzantes, gaiteros, ayuntamiento en pleno con su bandera y el público en general), se dirigen en cortejo procesional a la iglesia de San Juan . Allí, es obligada la parada en la capilla de Nª. Sª. del Pilar y después de rezar una salve, el síndico con gran parsimonia y destreza ondea la bandera local, acabando su ritual dejándola extendida en el suelo ante la Virgen.

Acto seguido, los danzantes encabezados por el "Cachimorro" realizan un nuevo desplazamiento, dentro de la misma iglesia, para dirigirse al altar mayor. Y frente al Santísimo Sacramento, el síndico repite con similar ceremonial el tremolar de la bandera, acabando de nuevo por postrar la enseña en el suelo del atrio. Curiosamente, la melodía interpretada por los gaiteros locales para esta ocasión, presenta cierta similitud con la popular marcha dedicada a San Inazio de Loiola.

En Elciego, aunque se celebra un día conocido como "La fiesta de la bandera local" (el 2 de julio, Santa Isabel y su víspera), no se realiza en la actualidad ningún ondeo y la bandera es bajada por la fachada de la casa consistorial, portada solemnemente por el síndico en las calles o iglesia y durante la consagración, se inclina ante el Santísimo Sacramento. De modo análogo, en la localidad de Pipaón, el abanderado tan sólo acompaña a los danzantes en sus desplazamientos y en la ejecución de sus danzas.

Danzas itinerantes de acompañamiento

Son diversas y muy variadas, las coreografías particulares realizadas consuetudinariamente en los recorridos procesionales (cortejos cívicos, religiosos o mixtos) para acompañar a las autoridades cívico-religiosas y a la imagen religiosa del momento. Otras veces, la función de estas danzas consiste en trasladar o acompañar a las imágenes religiosas o a las personas notables, desde su residencia habitual hasta el punto de inicio de la procesión o acto conmemorativo de la festividad.

Por lo general, la estructura coreográfica de estas danzas consiste en la formación de dos hileras de danzantes que evolucionan en el sentido de la procesión e incluso, yendo y viniendo. Suelen estar dirigidas por un personaje o dos de especial significado (en el contexto que nos ocupa, suelen ser el ya citado "Cachimorro" y el maestro de danza o "Bastonero"). Danzas singulares y de gran influjo medieval que en ocasiones, aparecen asociadas o integradas en otro conjunto o ciclo de danzas que no poseen este cariz de desplazamiento, como pueden ser danzas de palos, arcos o cintas.

En definitiva, son danzas de acompañamiento (a veces, los danzantes se proveen de castañuelas) que a modo de pasacalles, sirven para desplazar y arropar a personas relevantes de la vida local, figuras religiosas o símbolos de gran significado comunitario.


Así, la "Danza de La Virgen de la Bercinjana o danza de La Cadena" de Yécora, tiene su protagonismo en el traslado procesional que se hace de la imagen de La Virgen. En ella, participaban ocho danzantes, en dos filas paralelas, que son dirigidos por un "cachimorro o bastonero". Todos los años, el 12 de mayo, se desplaza desde su ermita de origen a la iglesia parroquial donde permanecerá hasta el final de la cosecha (hasta el mes de setiembre) y volverá de nuevo, procesionalmente, a su lugar habitual.

Los danzantes evolucionan, al son de la gaita, tras hacer un saludo o reverencia a la imagen de La Bercijana, giran sobre sí, serpentean o se encadenan por filas, emparejándose avanzan al son de las castañuelas y acaban repitiendo el ceremonial saludo.

Danza que se repite numerosas veces en el recorrido procesional y en especial al depositar en sus diversas moradas la figura de La Virgen. Al parecer, antiguamente, también se utilizaba para ir recogiendo, una a una, a las autoridades locales.


Similar formato, presenta en Elciego el llamado "Correcalles" realizado por los danzantes que acompañan, en su recorrido procesional, a la Virgen de La Plaza y ejecutada, anualmente, cada 8 de setiembre. Con ella, evoluciona el grupo de danzantes (actualmente, ocho chicas jóvenes) de forma itinerante durante su recorrido y al tomar la plaza, forman una especie de "V" (donde coge su sobrenombre), siempre bajo la dirección y atenta mirada del "bastonero", para seguidamente interpretar su tradicional ciclo de danzas.


Los pasacalles de San Juan y de Laguardia (también denominados "danza de los Ramos") son interpretados por los danzantes de Laguardia. Para ello, ocho chicos y ocho chicas en filas paralelas y abriéndoles paso el "cachimorro", se afanan en el acompañamiento del alcalde primero y luego del síndico, hasta la Casa Consistorial y una vez allí, obsequian con flores a todos los componentes de la corporación municipal y les acompañan en los actos procesionales de la víspera y fiesta de San Juan Bautista (24 de junio). En sus desplazamientos, agitan a un lado y a otro una especie de banderita a dos colores (rojo y blanco, ellos y rosa y blanco, ellas), mientras avanzan saltando sobre ambas piernas.


Con la llamada "danza de los Patronos" (San Vicente y San Anastasio, el día 22 de enero) un grupo de 8 a 12 danzantes bajo la dirección del "bastonero o cachimorro". Evolucionan avanzando y retrasando, al son de sus castañuelas, su marcha en la procesión de las fiestas patronales de Oyón. Donde acompañan a la corporación municipal, a la bandera local y al "cachi".


El ciclo de danzas de Pipaón se inicia con la "danza de las castañuelas" que era usada en los recorridos procesionales de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de setiembre) y hoy en día, también en la festividad de San Roque (16 de agosto): En ella, el "cachimorro" seguido de ocho danzantes evolucionan provistos de castañuelas.

En Villabuena, al parecer, queda el recuerdo de ciertas danzas de tipo procesional o de las diferentes partes que la componían: "Pasadilla", "Saludo del Santo", "La vuelta" y "Pasacalles". Curiosamente, denominaciones similares pueden constatarse en los "Dances" propios de Nafarroa o Aragón.


Un grupo de ocho danzantes y dos "cachimorros" eran los protagonistas de la "Danza de San Roque" en Labastida y adornaban con su danza procesional, el cortejo religioso de la fiesta patronal. Custodiaban a la imagen del santo, con sus idas y venidas. En la misma localidad pero por Navidades, los pastores que componen la Pastoral (al ritmo de las castañuelas del "cachimorro" o rabadán y los cayados o cantos del grupo de pastores) son los encargados de desgranar sus coreografías frente a la Casa Consistorial y arropar en procesión a la corporación municipal hasta la iglesia y luego, en el camino de vuelta. A la que dedican algunos de sus estrofas, como ésta:

Pastores venid, pastores llegad,
¡que viva el Alcalde y su autoridad!
¡que siga, que siga, con él vámonos
a Belén pastores y a ver al Señor!.

Con un cariz menos protocolario y de carácter más secular, se presentan la danza de recibiento de autoridades realizada el día de la Trinidad en Kuartango y en Salinas de Añana, la celebrada el día de Santa Águeda. Ambas son danzas sencillas, consistentes en ir enlazados, de la mano o mediante pañuelos, por parejas y de esa guisa, ejecutar diversas evoluciones. En la primera, con sus pases debajo del resto mientras acompañan a las autoridades y la segunda, como pasacalles organizado por los mozos que callejean, solicitando donativos para organizar una cena, en la víspera y festividad de la popular santa siciliana al canto de:

Señores todos tomamos
huevos, chorizos y pan
y alguna peseta vieja
y algún cuarto si nos dan.

Grupos cerrados en dos filas con danzas de palos, arcos o cintas

Numerosas son las danzas de estas características que ocupan amplias zonas limítrofes de Álava, Rioja y Burgos. En el territorio que nos ocupa, abarcan toda la Rioja alavesa y en muchas ocasiones, debido al influjo de los gaiteros e incluso, comparten algunas coreografías.

En general, son danzas donde se evoluciona sin o con herramientas (palos, arcos o cintas) después de una serie de permutaciones o cambios de puestos y suelen presentar una habitual figura coreográfica de traslación hacía los cuatro puntos cardinales (conocidos por "calles, cadena o estrella"). Las danzas con palos son las mas abundantes y se conocen en toda la zona como "troqueados, paloteados o danzas de los palos". También, en menor medida, aparecen las llamadas "danzas del árbol" que no dejan de ser bailes de cintas, alguna danza con arcos o la peculiar realización de castillos humanos.


Este grupo de danzas ritualizadas y las anteriores danzas itinerantes de acompañamiento, suelen ser acompañadas por dos personajes singulares: el "Bastonero" y el "Cachimorro". Unas veces aparecen los dos ejerciendo su función particular por separado y otras veces, se concentra en la misma persona ambos papeles festivos. Generalmente, el "Cachi(morro)" es una persona vestida con una especie de buzo de colores vivos o arlequinados y que suele tener la misión de abrir paso al cortejo (a golpe de zurriago o de una piel de conejo o gato), apartar al público del espacio ocupado por los danzantes, protagonizar oscuros rituales o provocar la hilaridad de los asistentes. Personaje de cariz medieval que tiene gran conexión, con otros similares como los "Botargas" y "Matachines" castellanos o incluso, el "Bobo" de Otsagi. Por su parte, el "Bastonero" ejerce como maestro de danza y a ritmo de bastón, dirige las evoluciones y mudanzas del grupo de danzantes.


Los conocidos por "Palotea(d)os" de Villabuena se han venido realizando por ocho danzantes que son acompañados en sus variaciones coreográficas por el singular personaje denominado "cachimorro". Hasta hace unos años, se bailaba regularmente por fiestas patronales de San Torcuato (15 de mayo) y también, el día de San Andrés (30 de noviembre). Aunque también se obsequiaba con ellas a los visitantes ilustres que se acercaban a la localidad.
 
Importante ramillete de danzas de palos que en otros tiempos eran conocidos (en idéntica coreografía, con variaciones o en otros formatos) en diversas localidades de Álava o la Rioja. Es decir, las melodías y sus coreografías, gracias a la actividad de los gaiteros, son comunes a diversos pueblos de la comarca (Laguardia, Briones, Elciego, Zambrana, Ollauri, San Vicente de la Sonsierra, Santurdejo, Fresneda de la Sierra, Lanciego, Ezcaray, etc.). Como se señala, los protagonistas de éste trasiego de músicas y formas coreográficas, eran las propias sagas de dulzaineros que ejercían su función festiva, recreativa y musical en toda la zona.

Conjunto de paloteados que eran realizados por los danzantes vestidos con camisa y pantalón blancos, pañuelos anudados a la cabeza y al cuello, así como dos bandas de seda o pañoletas cruzándoles el pecho, la clásica faldilla adamascada de variados colores y en la mano un palo pequeño con el que evolucionan. Éstos iban acompañados del "cachimorro" que vestía una especie de buzo en tela floreada o multicolor, se tocaba con un gorro alto cónico y se armaba de un piel de conejo o similar.


Del abundante número de coreografías que existían, algunas indicaban el tipo de herramienta usado (palos, castañuelas, etc.), ciertas peculiaridades características de sus coreografías ("Oficios", "El del culo", "Bailaos", "Troqueaos", "los de pegar al suelo", etc.) u otras acciones diferentes. Además, para su memorización, como sucede en otros paloteados ("dances" de la Ribera Navarra, Huesca o Zaragoza), la gente usaba un sistema nemotécnico que consiste en crear un canto sencillo para recordar la música:

Sol, mi, fa, sol.
Te vi, te vi, te vi,
con las cucharas salir de casa,
Te vi, te vi, te vi,
con las cucharas de casa salir.

Con el transcurso de los años, algunas de sus danzas han quedado relegadas al olvido ("Para el árbol", "El de la bayoneta", "Danza de San Cristóbal", "El militar", etc.) y en su última etapa, el ciclo de danzas de palos o "palotea(d)os" de Villabuena se ceñía a los siguientes:

  • Bailaos.
  • Paloteaos.
  • Pájara Pinta.
  • Rompecejas.
  • Te vi.
  • El del culo.
  • Troquiau.
  • Los oficios.
  • La castañuela.
  Por su parte, la localidad de Pipaón con motivo de la Exaltación de la Cruz (14 de setiembre) y durante la festividad de San Roque (16 de agosto) vuelve a recuperar su patrimonio dancístico, donde se puede ver la citada danza procesional o "Danza de las castañuelas". A la que sigue una serie de danzas de palos o "troquea(d)os" que se conocen como "El herrero Pedro Moro", "El herrero" y "Danza de los palos". 

Posteriormente, ejecutan la clásica "Danza de las cintas o del árbol" que es bailada por los ocho danzantes en torno a un mástil con cintas, mientras las trenzan y destrenzan. Y acaban su ciclo de danzas con la singular realización de una torre humana que por eso, lleva el nombre de "El castillo". Curiosamente, este tipo de castillo humano y bajo el mismo nombre, aparece descontextualizado en la localidad de Kuartango y también, antiguamente, se realizada por los mozos en Salinas de Añana. En ambos casos, desde lo alto se acostumbra a lanzar "vivas" a los vecinos.

Hoy en día, por San Juan y en su original festividad de carácter menor de San Juan Degollado (28 y 29 de agosto), la villa de Laguardia conserva una danza de palos ("Troqueados de San Juan Degolla(d)o"), una novedosa "Danza de arcos" (sobre la melodía popular del "Junco Verde"), la clásica danza de cintas o "Danza del árbol" y se remata el ciclo con la "Jota de Laguardia".

Las danzas rituales de la villa de Elciego presentan un marcado carácter religioso. Conjunto de danzas ejecutadas en la procesión del 8 de setiembre en honor de la Virgen de la Plaza. El ciclo de danzas que bailan delante de la imagen lo componen:

  • Correcalles.
  • Danza.
  • Cuatro calles.
  • Danza del Árbol.
  • Jota.
El primero es el ya citado "Correcalles" procesional y su singular forma de tomar la plaza (las danzantes forman una "V" y de ahí, su sobrenombre), le sigue un baile corto y sencillo denominado "Danza", continua con el "Cuatro calles", prosigue una singular danza o "Danza del Árbol" con varias mudanzas alrededor del denominado "árbol" y terminan su actuación con una "jota" de características locales.





Actualmente bailan ocho mozas, ataviadas con vestido blanco, en los antebrazos llevan una serie de cintas de colores, pañuelo rojo a la cabeza, sobre los hombros con un mantón de flores bordadas y sayuelas de damasco de varios colores. No hace mucho tiempo el conjunto de danzantes lo formaban chicos y chicas y antiguamente, eran sólo chicos. En sus danzas son acompañadas por el "bastonero", el cuál a diferencia del "cachimorro" (de otras localidades) tiene como función el dirigir con su bastón los pasos, los giros, el ritmo y los cambios, a la vez que baila.


Residuo medieval de los Actos de Navidad celebrados en el interior de los templos y conocidos como La Adoración de los Pastores, la Pastoral de Labastida es una reminiscencia del teatro sacro donde aparecen unos 12 o 14 pastores (armados con sendos cayados), dirigidos al ritmo de sus castañuelas por el "cachimorro" o rabadán, seguidos del abuelo y la zagala, la figuración viviente de la Sagrada Familia (Virgen María, San José y el niño Jesús) y las autoridades municipales locales. A éstas ultimas, como ya se ha indicado, les acompañan en sus idas y venidas durante la Nochebuena (24 de diciembre) y la Navidad (25 de diciembre).

Toda la representación y sus coreografías se realizan en el interior de iglesia (frente al altar mayor) y en las plazas de la citada localidad. El acompañamiento musical corre a cargo del canto de los pastores y sus evoluciones (giros, hileras, cambios, genuflexiones, etc.) que se realizan al ritmo del chocar sobre el suelo de sus palos o el repique de las castañuelas del rabadán. Sus danzas se estructuran principalmente en dos hileras, hilera única o en un círculo y sus pasos son repetitivos y de gran sencillez.

Danzas de reverencia u homenaje

Conjunto de danzas, aunque singulares en su coreografía y contexto, que tienen como denominador común su dedicación, formal o informal, a una o varias personas (principalmente, a miembros del otro sexo). Su carácter social y comunitario es muy importante, pudiendo corresponder a un tipo de danza extendido en toda Euskal Herria como son las danzas en cuerda o "Soka dantzak".


Las "Entradillas" tienen su auténtico sentido en el contexto del secular (1639) Voto del Valle de Arrastaria (Aloria, Artomaña, Délica y Tertanga) a la Virgen de La Antigua, celebración anual que se repite cada 9 de mayo. Las gentes de Arrastaria después de reunirse a la entrada de Orduña (Bizkaia) van en procesión, cantando o recitando "letanías", hasta el Santuario de la Antigua, donde oyen misa y ofrendan un gran cirio a la Virgen.

Al finalizar la misa y ofrenda del valle de valle de Arrastaria (Araba) a la Virgen de La Antigua, los representantes del valle realizan uno a uno las tradicionales "Entradillas". Éstas consisten en una sencilla danza individual (hoy en día, en ocasiones, se realiza por parejas e incluso por representantes femeninos) que consta de una serie de elevaciones alternativas de piernas tras haber lanzado al frente una boina (txapela), le sigue un punteado hacia atrás que finaliza con un "gurpil" y un saludo a las autoridades, situadas en el exterior del templo.
 

Uno a uno, los representantes de cada pueblo bailan esta danza ante las autoridades. Mientras bailan, la gente les anima ¡Aupa Aloria!, ¡Aupa Délica! o ¡Salga Artomaña! Y al final, el público asistente les lanzan al centro del corro, puros y dinero. Seguidamente, bajan al centro de Orduña donde los Alcaldes se intercambian sus varas y en procesión van a la posada, desde donde dedican un discurso a sus convecinos, haciendo referencia a los pastos en usufructo y a las relaciones de vecindad durante el año.


La "Danza de La Santísima Trinidad" de Kuartango se ejecutaba antes, en los tres domingos cercanos al Corpus Christi y hoy día, se ciñe al domingo de la Trinidad. La danza era bailada al son de dulzainas por las mozas en la ermita, los mozos en el pueblo de Santa Eulalia, seguían los casados y finalizaban los niños. Consistiendo su coreografía en bailar en círculo, enlazados mozos y mozas, para que en un momento determinado detenerse y entonces, la moza o mozo mayor, evoluciona frente a su pareja. Para acabar bailando todos una jota y un pasodoble.


"La Danza" o danza de San Isidro de Salinas de Añana se realizaba la víspera de San Isidro (aunque también, esporádicamente, se interpretaba en otras ocasiones), en el contexto de los actos de la Cofradía dedicada a dicho santo. Se iniciaban los actos con la asistencia de los hermanos cofrades a las funciones religiosas de la parroquia y ya en los soportales de la plaza Mayor celebraban junta anual, donde se aprobaban cuentas, proyectos y se elegía nueva junta. Seguía, a los sones de la dulzaina o la banda, "La Danza" donde el mayordomo saliente y el entrante (vestidos con sendas capas de paño oscuro) con sus respectivas parejas (éstas con sus mejores galas), abrían y cerraban la hilera de componentes. Una vez situados en círculo y presentada en el centro una mujer del público, los varones iban apilando sus boinas sobre la cabeza de ésta y con todas ellas, la mujer bailaba a ritmo de un lento arin arin tratando de mantener su carga y como colofón, arrojarlas con energía. Se volvía a repetir el mismo ciclo coreográfico, para a su termino dar paso a la bendición del pan y vino que luego eran repartidos entre los asistentes.


En el valle de Barrundia los habitantes de Larrea celebran la fiesta del "Barte" en la vecina localidad de Hermua, ya que poseen el derecho consuetudinario (desde el siglo XV, debido a un pleito de pastos y aguas) y el usufructo, cada 4 de julio, de la ermita, el juego de bolos y el espacio donde se realiza la danza. Esta especie de "Aurresku" es realizado de forma ritual por el Regidor del Concejo, ante una mujer y ciñe sus evoluciones de danza en torno a su boina situada en el suelo. Boina que recoge al acabar su actuación de homenaje, saluda con respeto a la mujer y junto a ella, inician el fandango final.

De igual manera, en el valle de valle de Arraya los cofrades de San Adrián de Maestu, poseían el privilegio de bailar la "Danza de San Adrián" ante las mujeres, junto a la ermita que se situa en el término de Virgala Menor. Al parecer, era una danza cantada y los componentes, se colocaban en una cadena mixta que giraba en ambas direcciones. En un momento de la danza, una joven se situaba en medio mientras un joven se posicionaba frente a ella, danzando a su alrededor y durante ese tiempo, ella permanecía inmóvil con una boina sobre la cabeza. Al concluir esta parte, el resto de componentes pasaban por el arco formado por dicha pareja.

Sobre la "Danza de las eras" de Santa Cruz de Campezo, los datos son muy pobres y es posible, que por su localización geográfica, fuese una danza similar a otras denominadas también "Larrain dantza" o "Baile de la era" en la Barranka ("Zortziko" de Arruazu) o en Tierra Estella. Otra "Soka dantza" se interpretaba en el ceremonial recibimiento de las autoridades en su visita a Arrizala, el día de San Juan (24 de junio) en Salvatierra. Y en las diversas anteiglesias del valle de Aramaio, se acostumbraba a bailar por fiestas la tradicional "Soka dantza" que presentaba gran similitud con las realizadas en las zonas limítrofes de Bizkaia y Gipuzkoa.

Danzas y bailes de diversión

En este apartado podemos agrupar las danzas y bailes, públicos o privados, que se usan principalmente como solaz o entretenimiento particular o comunitario. Aparecen en torno a una buena mesa o bajo los efectos del ambiente festivo, como consecuencia de un desafío o apuesta y trata de divertir a los ejecutantes y su público. Incluso, podemos encuadrar los bailes públicos dominicales o festivos que ayudaban a hacer más liviano las duras jornadas laborales (algunos, como las jotas localistas que una vez ritualizadas, las podemos ver insertas en algunos ciclos dancísticos).

La costumbre de bailar "Txakolin" en el valle de Aramaio, se asocia a las competiciones o apuestas que se suscitaban en las tabernas después de tomar una cierta cantidad de vino, txakolí, etc. Para ello, colocaban dos fajas o palos cruzados sobre el suelo y uno a uno, los contendientes evolucionaban sobre la misma tratando de evitar el tropezar y así, no ser descalificados o penalizados.

Su coreografía individual y un poco al libre albedrío, se desgranaba a los sones de un canto que el público interpretaba. Danza y canto muy extendido (Bizkaia, Gipuzkoa y Araba) y que su canto en Aramaio se concretaba en las siguiente letras:

Txakolin, txakolin
txakolinak on egin
Maritxo, arintxo da
Martintxo.
Ase naiz naparrez
Txuri, gorri ta beltzez
jarri naute minez;
gabe ere onik ez.
Txakoliñ, txakoliñ,
Txako, txako, txakoliñ,
Azumb?erdi pitxerrien,
Beste erdi sabelien.
Txakoliñ, txakoliñ,
Txakoliñek on egin,
Txakolinek emon dutzo,
Maritxuri zer egin.

El "Chula lai", "Marmarisola" o "La Tarara" es una danza popular que es realizada varias veces en la localidad de Paganos (cerca de Laguardia) tanto la víspera y el día del patrón San Blas (3 de febrero).
 

En esta danza pueden participar personas de ambos sexos y cualquier edad, formando un corro cerrado y donde todos van enlazados por las manos, alternando hombres y mujeres. Danza cantada, donde las letras aluden a sucesos o referencias a los pueblos de la zona. Algunas de sus estrofas dicen así:

La Tarara vende vino La Tarara vende pan La Tarara el aguardiente, La Tarara el mazapán.
Chulalai, chulalai, chula chula chulalai,
chulalai, chulalai, chula chula chulalai.
Navaridas se quema,
Páganos llora
las mozas de Laguardia
se ríen solas.
¡Ay, que se anega la barca!
¡Ay, que la barca se anega!
¡Ay, que se anega la barca
y el barquerito con ella!
Soy viudita la más bonita,
quiero casarme y no tengo con quién.
Ni contigo, ni contigo,
sólo contigo porque eres mi bien.

Consta de tres partes coreográficas diferenciadas: la primera son una serie de giros a modo de pasacalles; a los sones de una melodía más suave, la segunda parte se caracteriza por los avances y retrocesos hacía el centro del círculo y el balanceo de las manos; y concluye con una tercera parte donde los componentes se propinan las clásicas "culadas".

El "Pingajo, Pringajo o Pilindrajo" de Salinas de Añana, es una danza o baile cantado , donde una pareja mixta baila con cierto aire "picante" (acercándose, golpeando con diferentes partes del cuerpo o abrazándose al final). Se solía realizar con motivo de una merienda o comida, en las largas veladas invernales e incluso, por Carnavales. En su evoluciones de carácter humorístico, se siguen las indicaciones de la singular letra:

Por bailar el "Pilindrajo" madre
me dieron un real,
báilalo de este costado
del otro costado
de la delantera
de la trasera
báilalo, báilalo, picaronaza
báilalo, báilalo, que lo tienes en casa.
Dicen que las azucenas
se crían en los ribazos
yo también me criaría,
resaladita, en tus brazos.

En la noche de la víspera de San Roque, se realizaba esta danza juego conocida en Pipaón como "El Cachupín". Consiste en una fila ilimitada de hombres que agarrados por la cintura, eran dirigidos por uno que portaba una rama de boj ardiendo y de esta guisa, andaban en la plaza donde previamente se había encendido una hoguera. De vez en cuando, éste se daba la vuelta en busca del último de la fila y al huir, sin soltarse, obligaba a toda la fila a saltar sobre las ascuas de la fogata. Solían cantar una popular canción que dice así:

Al Cachupín, pin, pin,
que eres un galopín
que por no trabajar
te has metido alguacil
y a los pobres ancianos
no les dejas vivir
que les quitas los cuartos
para beber txakolí.

"Las arregachaditas"era también un juego musicado de Pipaón que se realizaba en cualquier momento (en forma más ritualizada, se hacía en la merienda que celebraban en la casa del abad de la Cofradía de la Vera Cruz). Los participantes se enlazaban por las manos formando un corro, solían ser jóvenes de ambos sexos o solo hombres. Previamente, se les asignaba alternando el nombre de Pedro o Juan e iban cantando, al decir uno de los nombres los asignados se agachaban y los otros pasaban la pierna por encima, así cada vez más rápido. La letra decía de este modo:

A las arregachaditas
las quiero ver bailar
si las baila Pedro
también las baila Juan ..

Bibliografía

  • CARO Baroja, Julio (1979) "La estación de amor". Ed.: Taurus. Madrid.
  • DUEÑAS, Emilio Xabier (1994) "Costumbres festivas del valle de Aramaio (Araba) en la primera mitad del siglo XX". Cuadernos de Sección: Folklore 5. págs. 87-170. San Sebastián.
  • ERRASTI Salazar, Jesús (1991) "Algunas danzas representativas de Álava". Narria (estudio de artes y costumbres populares) nº 53-54 Álava. Ed.: Museo de Artes y Tradiciones populares. Madrid, págs. 60 a 72.
  • EDB Araba (1979) "Folklore de Pipaón". Dantzariak nº 10. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 27 a 36.
  • EDB Araba (1980) "La fiesta de San Juan en Agurain". Dantzariak nº 13. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 46 a 56.
  • EDB Araba (1980) "Folklore de Gesaltza (Salinas de Añana)". Dantzariak nº 14. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 19 a 29.
  • EDB Araba (1982) "Representación y comentarios acerca de la pastoral de Labastida". Dantzariak nº 20. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 6 a 18.
  • EDB Araba (1983) "Folklore de Salinas de Añana". Dantzariak nº 25. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 18 a 19.
  • EDB Araba (1979) "Folklore de Pipaón". Dantzariak nº 10. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 3 a 12.
  • EDB Araba (1983) "Primera muestra de Folklore Alavés". Dantzariak nº 25. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 36 a 51.
  • EDB Araba (1979). "La Danza en Álava". Dantzariak nº 2. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 8 a 9.
  • FERNANDEZ IBÁÑEZ, Jesús (1981) "Folklore de Elciego". Dantzariak nº 19. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 30 a 50.
  • FERNANDEZ IBÁÑEZ, Jesús (1982) "Folklore de Elciego". Dantzariak nº 20. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 34 a 44.
  • FERNANDEZ IBÁÑEZ, Jesús (1981). "Folklore de Elciego". Dantzariak nº 24. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 36 a 46.
  • FERNANDEZ IBÁÑEZ, Jesús (1983). "Grupode Danzas de Elciego". Dantzariak nº 25. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 12 a 13.
  • GARMENDIA LARRAÑAGA, Juan (1982) "Carnaval en Álava". Ed.: Haramburu. Zarautz, 1982.
  • INDARRA EKE Gasteiz (1995) "Arabako dantzak / Danzas de Álava". Dantzariak nº 52. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 3 a 23.
  • JIMENEZ, Joaquín (1975) "Danzas en Álava". Dantzariak nº 3. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 3 a 12.
  • JIMENEZ, Joaquín (1972) "El Cachimorro". Dantzariak nº 5. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, pág. 7.
  • JIMENEZ, Joaquín (1978) "Arabako dantzak". Dantzariak nº extrad. 1. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, pág. 4.
  • JIMENEZ, Joaquín (1991) "Varias expresiones del folklore festivo alavés". Narria (estudio de artes y costumbres populares) nº 53-54 Álava. Ed.: Museo de Artes y Tradiciones populares. Madrid, págs. 48 a 59.
  • KUARTANGO-Araba (1983) "Romería y danza de la Santísima Trinidad". Dantzariak nº 25. Ed.: Euskal Dantzarien Biltzarra. San Sebastián, junio, págs. 20 a 25.
                                  Josu Larrinaga Zugadi
                                                   2008

0 comentarios:

Publicar un comentario