sábado, 10 de mayo de 2014

BRUJAS, LA FALSA HISTORIA

    ZUGARRAMURDI
Durante estos días he podido asistir a varias charlas ofrecidas por la brillante Toti Martinez de Lezea. Lo didáctico y pedagógico aderezados de un baño de un conocimiento de historia y sensibilidad afloran en su interior. Un concepto conocido ya, sobrevoló varios momentos, la existencia o no de las brujas vascas. Aflora escuchar ese "NO" tan rotundo y contundente. Traemos hoy parte de los hechos y como fueron escritos, ocurridos en Zugarramurdi hace unos siglos y los cuales construyeron un mito totalmente falso, el cual se sigue utilizando hoy en dia.



Yacimientos prehistóricos

En la cueva de Bidartia, que se encuentra situada cerca del caserío Errotaxarreko-borda, hay un yacimiento prehistórico con cerámica neolítica, que fue descubierto en 1935. En la de Lexotoa, situada a pocos metros de la frontera de Sara, se encuentra un yacimiento prehistórico con sílex tallado descubierto en 1941 adscribible al Paleolítico Superior. En una cata realizada en 1941 por José Miguel de Barandiarán en la cueva de Lexotoa I, señala asimismo útiles de sílex atribuibles al Paleolítico Superior. En Sorginen-lezea, hay un yacimiento con láminas de pedernal de facies magdaleniense, descubierto en 1935. En Akelarren-lezea, cueva de Zugarramurdi, en comunicación con la de Sorginen-lezea, fue descubierto un yacimiento con cerámica neolítica, el año 1935.

Secuencia cultural del complejo de Soriñen-Lezea

De la prospección realizada en 1977 por Ignacio Barandiarán Maestu extraemos el resumen final de su informe:

Atribución cultural del relleno arqueológico de Sorgiñen-Leze
"En su prospección, J. M. de Barandiarán había hallado láminas de sílex que atribuyó a un Magdaleniense genérico. Imposible de comprobar la estratigrafía de Sorgiñen-Leze, en la galería de Akelarren-Leze hemos encontrado -en una exigua superficie de prospección- los materiales expuestos anteriormente, que se ordenan en dos momentos culturales y estratigráficos distintos: precerámico el inferior y cerámico el más reciente. A su vez, en este nivel I se han detectado evidencias de dos etapas antiguas diferenciables; se data una en época romana y la otra en un período prehistórico de cerámicas no a torno.

Epoca romana. El fragmento de olla descrito corresponde a un tipo muy bien conocido en estaciones de establecimientos romanos del País Vasco: así Imus Pyrenaeus (establecimiento de protección de la vía XXXIV, en Saint-Jean-le Vieux; excavación de Jean-Luc Tobie), en Pompaelo (excavación de María Angeles Mezquíriz; en cuya estratigrafía ejemplar puede ser muy bien fechado), en la villa de Liédena, en Ouéleia (Iruña actual, no lejos de Vitoria; excavación de G. Nieto y J. C. Elorza), o en la necrópolis de Santa Elena (en Irun; excavación de I. Barandiarán y M. Martín Bueno). Su cronología puede fijarse en época Altoimperial: posiblemente los dos primeros siglos de la Era. En varias cuevas vizcainas y alavesas se aprecia también la presencia de elementos romanos (cerámica, monedas), al estilo de lo observado en Akelarren-Leze; así en Lumentxa (Lequeitio), Arezti y Santimamiñe (Guernica), Solacueva (Jócano ), ... Casi nunca llegan a formar estratos de espesor sensible, debiéndose más bien a una presencia esporádica, o no continuada.

Epoca prehistórica cerámica. Contados elementos cerámicas, no decorados y cuya forma completa es imposible de reconstituir, se atribuyen (en la parte inferior del nivel I de Akelarren-Leze) a técnicas de fabricación anteriores a la utilización del torno. Lo que, para la zona del País Vasco en que se ubica, puede -a título de hipótesis- fecharse entre la Edad del Hierro y la del Bronce, y el Eneolítico. No se han encontrado otros elementos arqueológicos (metálicos, o de piedra pulimentada, o formas particulares de puntas de flecha de piedra tallada) que permitan decidir algo más concreto dentro del señalado amplio ámbito temporal. Quizá la posible "hoja de hoz" de sílex encontrada en superficie se pueda hacer contemporánea del momento de ocupación de Akelarren-Leze que representan las citadas cerámicas a mano: en cuyo caso, preferiremos su fechación de conjunto del Eneolítico al Bronce Medio.

Epoca prehistórica pre-cerámica. Se halla representada exclusivamente en el nivel II: no excesivamente rico ni potente. Su concreción cultural ha de establecerse a partir de la consideración de los caracteres presentes en un reducidísimo repertorio instrumental (apenas dos docenas de objetos) tanto como por la ausencia de algunos rasgos que definirían modalidades industriales características. Entre estos caracteres no presentes (un argumento ex silentio) destacaríamos: la ausencia de cerámica, la ausencia de instrumental óseo (que tan frecuente resulta en los depósitos del Paleolítico superior), la no existencia del retoque plano (propio del Eneolítico-Bronce), la ausencia de elementos geométricos (triángulos, trapecios, segmentos; y de los correspondientes elementos acompañantes: microburiles, muescas sobre lámina, láminas estranguladas). En cuanto a los caracteres existentes, a valorar, subrayaríamos: el carácter fundamentalmente laminar de esta industria (en tamaños medianos y pequeños); los raspadores cortos y pequeños (alguno sobre lámina de bordes retocados); la escasez de buriles (el único es diedro); la presencia sensible de las piezas de dorso (abrupto profundo o marginal) y en especial de dos puntitas típicas (figuras 5.7 y 5.8) de particular peso porcentual en los conjuntos instrumentales del Tarchglaciar (Paleolítico final y Epipaleolítico). Desde el Magdaleniense superior en la zona más "clásica" de Europa (Cantabria, Pirineos y Dordoña) se han de afianzar una serie de elementos de cultura que, por una mínima evolución, continuarán en el Aziliense y en etapas inmediatas posteriores pre-neolíticas: entre ellos siempre poseen especial peso proporcional las llamadas "puntas azilienses" (variedades del tema punta o puntita de dorso) y los raspadores, más o menos microlíticos, de tendencia unguiforme y carenada. A este período de tradición remontable al Paleolítico final peroetro probable desarrollo en una época inmediatamente po liense, es decir en pleno Epipaleolítico, habrá que adscribir el escaso ajuar hallado en el nivel II de Akelarren-Leze. Las recientes excavaciones de Zatoya nos han permitido señalar con bastante precisión los caracteres de la evolución in situ de los ajuares propios de grupos cazadores de tradición superopaleolítica, pudiendo marcar hasta tres horizontes en su secuencia: Zatoya inferior (nivel II), en el Epipaleolítico no geométrico (un post- o epi-Aziliense); Zatoya medio (nivel Ib) en el Epipaleolítico geométrico (influido por elementos del contemporáneo Tardenoisiense ultrapirenaico); Zatoya superior (nivel I), en que sobre el Epipaleolítico geométrico se produce la aparición de la primera cerámica (en una neolitización harto parcial, y mínima). Así, no encontramos dificultad en datar este nivel inferior, II, de Akelarren-Leze en el Epipaleolítico no geométrico: si valiera intentar su fechación absoluta sugeriríamos el 6500-6000 para su inicio y del 5500 al 5000 para su final."
"Príncipe de Viana", n° 148-149.

El proceso de Logroño

El 12 de enero de 1609 la Inquisición de Logroño recibe la denuncia de diversas concentraciones de brujos y brujas acaecidas en Zugarramurdi. El 13 del siguiente mes los inquisidores Becerra Holguin y Valle Alvarado remiten el proceso de seis encartados al Consejo General de la Inquisición sito en Madrid. Los principales instigadores del asunto fueron, al parecer, el vicario de Bera, Hualde, y el señor de Alzate, Tristán de Urtubia, que residía en su castillo laburdino de Urrugne y que fue el que provocó la llegada a Laburdi del temible De Lancre. El inquisidor Alvarado pasó varios meses en Zugarramurdi y el resultado de su encuesta fue que cerca de 300 personas estaban complicadas en las prácticas brujeriles, de las que llevó 40 a Logroño en el año 1610 para ser juzgadas por la Inquisición. Entre los encartados figuraban: Graciana de Barrenechea, reina del akelarre; Miguel de Goiburu, marido de la anterior y rey de lo brujos; Martín Bizcar, alcalde del akelarre; Joanes de Etxalar, ejecutor de las penas que dictaba el demonio; María de Zozaya; María Chipía y otras personas. Los acusados encontraron un magnífico defensor en el Inquisidor Alonso de Salazar y Frías. El auto de fe en Logroño duró dos días. El 7 y el 8 de noviembre de 1610 los brujos oyeron sus sentencias. 18 de ellos fueron reconciliados después de confesar sus culpas y pedir perdón con lágrimas en los ojos. Siete personas no se retractaron y murieron en la hoguera. Otras cinco personas, entre ellas María de Zozaya, murieron en la cárcel y fueron quemadas en efigie. El inquisidor Salazar efectuó a continuación una encuesta entre 1.384 niños y 420 personas mayores, poniendo por sus conclusiones en evidencia a los demás inquisidores que promulgaron una tan cruenta sentencia. En su viaje por las montañas navarras efectuado en 1611-1612 demostró por medio de verificación personal la falsedad de la aseveración de dos niñas que afirmaban haber estado en un akelarre en el famoso campo de Berroskoberro. (Véase Brujería). Un libro con el relato del Auto de Fé fue impreso en Burgos en 1611 por Juan Baptista Varesio:

Relación summaria del auto de la fe que los señores doctor Alonso Bezerra Holguin, del abito de Alcantara, licenciado loan de Valle Aluarado, licenciado Alonso de Sala car Frias, inquisidores apostolicos en el reyno de Nauarra y su destricto, celebraron en la ciudad de Logroño, en siete y ocho dias del mes de nouiembre, de mil seysientos y diez años / recoxida y ordenada por el maestro Luis de Fonseca... a ocho de enero de mil y seyscientos y once años.

En 2005 la Universidad Pública de Navarra lo digitalizó. Existe una relación del Auto de fe de 1610, impresa en Logroño en 1611 por Juan de Mongaston. Fue reeditada a principios del siglo XIX, con notas, por Leandro Fernández de Moratín, con un párrafo mutilado a causa de la censura de la época. Transcribimos a continuación el Auto completo, restituyendo la totalidad del párrafo suprimido (Ref. Biblioteca Gonzalo de Berceo, Catálogo en línea, y Julio Caro Baroja, Estudios vascos y Brujería vasca):

AUTO DE FE CELEBRADO EN LA CIUDAD DE LOGROÑO en los días 7 y 8 de noviembre de 1610
Relación de las personas que salieron al Auto de la Fee que los señores Doctor Alonso Bezerra Holguín, del ábito de Alcántara, licenciado Juan de Valle de Alvarado, licenciado Alonso de Salazar Frias, inquisidores apostólicos del Reyno de Navarra, y su distrito, celebraron en la ciudad de Logroño, en 7 y en 8 dias del mes de noviembre de 1610 años, Y de las cosas y delitos por que fueron castigados.

Aprobación
Por comision del señor doctor Vergara de Pones, chantre y catedrático de la colegial de la ciudad de Logroño, vicario por el señor obispo de Calahorra: yo fray Gaspar de Palencia, guardián del convento de San Francisco de la dicha ciudad de Logroño, y consultor del santo Oficio, ví y examiné una relacion de los procesos y sentencias que se relataron en el Auto que celebraron los señores inquisidores en la dicha ciudad en 7 y 8 dias del mes de noviembre de 1610 años y hallo ser toda muy conforme á lo que se relató en dicho Auto y ninguna cosa de la dicha sumaria relacion es contra nuestra santa fe católica y buenas costumbres cristianas antes muy verdadera, y necesario que venga á noticia de todos los fieles para desengaño de los engaños de Satanás. Fecha en San Francisco de Logroño en 6 de enero de 1611. Fray Gaspar de Palencia.

Licencia
Nos el doctor Vergara de Pones, chantre y canónigo de la colegial de Nuestra Señora de la Redonda de esta ciudad de Logroño, y vicario en todo este arciprestazgo de la dicha ciudad por don Pedro Manso, obispo de Calahorra y la Calzada, del consejo del rey nuestro señor etc. Por las presentes y su tenor damos licencia á Juan de Mongaston, impresor, vecino de esta dicha ciudad, para que pueda imprimir esta sumaria relacion del Auto de Fe que se ha celebrado en esta dicha ciudad en 7 y 8 dias del mes de noviembre del año de 1610, sin incurrir en pena ni censura alguna; atento á no haber en ella cosa contra nuestra santa fe católica y buenas costumbres.
Dada en Logroño, á 7 de enero de 1611 años. El doctor Vergara de Porres. Por su mandato, Cristóbal de Enciso, notario.

Juan de Mongaston, impresor, al lector
Esta relacion ha llegado á mis manos, y por ser tan sustancial, y que en breves razones comprende con gran verdad y puntualidad, los puntos y cosas mas esenciales que se refirieron, en las sentencias de los reconciliados y condenados por la demoniaca secta de los brujos, he querido imprimirla para que todos en general, y en particular, puedan tener noticia de las grandes maldades que se cometen en ella. Y les sirva de advertencia para el cuidado con que todo cristiano ha de velar sobre su casa y familia.

Impresa con licencia en la muy noble y muy leal ciudad de Logroño. En este año de 1611 años.

AUTO
Este Auto de la Fe es de las cosas mas notables que se han visto en muchos años, porque á él concurrió gran multitud de gente de todas partes de España y de otros reinos; y sábado 6 dias del mes de noviembre se comenzó el Auto con una muy lucida y devotísima procesion, en que iban, lo primero, siguiendo un rico pendon de la cofradía del santo Oficio, hasta mil familiares, comisarios y notarios de él, muy lucidos y bien puestos, todos con sus pendientes de oro y cruces en los pechos. Después iba gran multitud de religiosos de las órdenes de Santo Domingo, San Francisco, la Merced, la Santísima Trinidad y la Compañía de Jesus, de los cuales hay conventos en la dicha ciudad; y para ver el dicho Auto, de todos los monasterios de la comarca había acudido tanta multitud de religiosos, que vino á ser tan célebre y devota esta procesion como jamás se ha visto. Al cabo de ella iba la Santa Cruz verde, insignia de la Inquisicion, que la llevaba en hombros el guardián de San Francisco, que es calificador del santo Oficio, y delante iba la música de cantores y ministriles, y cerraban la procesion dos dignidades de la Iglesia colegial y el alguacil del santo Oficio con su vara, y otros comisarios y personas graves, ministros del santo Oficio, que todos en muy buen órden llevaron á plantar la Santa Cruz en lo mas alto de un gran cadalso de ochenta y cuatro piés en largo y otros tantos en ancho, que estaba prevenido para el Auto, y con vistosos faroles y familiares de guarda estuvo toda la noche, hasta que el dia siguiente, luego que amaneció, salieron de la Inquisición. 

Lo primero, cincuenta y tres personas que fueron sacadas al Auto en esta forma: Veinte y un hombres y mujeres que iban en forma y con insignias de penitentes, descubiertas las cabezas, sin cinto y con una vela de cera en las manos, y los seis de ellos con sogas á la garganta, con lo cual se significa que habian de ser azotados. Luego se seguian otras veinte y una personas con sus sambenitos y grandes corozas con aspas de reconciliados, que también llevaban sus velas en las manos, y algunos sogas á la garganta. Luego iban cinco estatuas de personas difuntas con sambenitos de relajados, y otros cinco ataudes con los huesos de las personas que se significaban por aquellas estatuas, y las últimas iban seis personas con sambenito y corozas de relajados, y cada una de las dichas cincuenta y tres personas entre dos alguaciles de la Inquisicion, con tan buen órden y lucidos trajes los de los penitentes, que era cosa muy de ver. Tras ellos iba, entre cuatro secretarios de la Inquisicion en muy lucidos caballos, una acémila, que en un cofre guarnecido de terciopelo llevaba las sentencias; y en lo último iban á caballo los señores inquisidores doctor Alonso Becerra Holguin, licenciado Juan de Valle Alvarado, y licenciado Alonso Salazar y Frias, llevando en medio al mas antiguo, acompañados del estado eclesiástico al lado derecho, y de la justicia y regimiento al lado izquierdo, y un poco delante iba en medio de la procesion el doctor Isidoro de San Vicente con el estandarte de la Fe, puestos en muy buen orden, que representaba todo grande autoridad y gravedad.

Documentos del Auto de Logroño

Transcripciones de diversos documentos relacionados con el Auto de Logroño 



Documento 1 

Maria de Yriarte, de hedad de 40 años, n.° 6, fol. 36-37, dize que para hazer las ponzoñas, lo mas ordinario se juntauan en diferentes casas los bruxos mayores, que tiene esta preeminencia, unas bezes en unas y otras en otras, segun la comodidad que tenian para poder hazer] con mayor secreto. Y que esta y Graziana, su madre, y Estevanya, su hermana, y Joanes de Goyburu, su marido, y Miguel de Goyburu, su padre, suegro de la dicha su hermana, y Joanes de Sansin, su sobrino, que todos contestan con esta, unas bezes de din y otras de noche, se juntauan en una de las casas de los dichos. Y que en casa de Graçiana, su madre, se juntauan pocas bezes, porque como su padre y una hermana y cuñado, y otros hijos suyos que bibian en ella, no eran bruxos, no aula comodidad para se poder hazer los dichos unguentos. Y quando algunas pocas bezes alli se hazian, aguardauan que todos los que no eran bruxos estubiesen fuera de casa. Y lo mas hordinario, se hazian en casa de Esteuania, hermana desta, porque como ella y su marido eran bruxos, no auia estorbo ninguno. Y aquel dia, antes de se juntar, se auian ydo a los campos y montes a buscar los sapos y las demas sabandijas ponzoñosas de que se hazian los dichos unguentos. Y tambien se prevenian y lleuauan de los aquelarres sesos de niños y huesos, y las demas cosas que eran neçesarias. Y como tenian hecha la dicha preuencion y señalada la ora y casa, se juntauan con puntualidad el demonio y sus criados y los bruxos. Y estando todos juntos y hauiendo cerrado las puertas por dentro en la cozina, el demonio ordenaua lo que se auia de hazer. Y lo primero desollauan los sapos y sabandijas y lo hazian pedaços; y echauan en una olla y lo rebolbian, estando a la lumbre dicha. Declara la forma como lo hazian y que tardaban como dos o tres oras en hazerlo. Y que pocas vezes aciertan a yr personas de fuera a la dicha casa, porque procuran hazer los dichos unguentos en tiempos escusados y guando la gente esta ocupada en sus labores o de noche guando cada uno esta en su casa. Y quando açiertan a llamar a la dicha casa algunas personas que no son bruxas, la corresponden y despiden desde las bentanas. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de actos comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio Idoate, Un documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.




Documento 2

Graziana de Barrenechea, madre de la preçedente y Reyna del aquelarre, de hedad de 80 años, n.° 7, fol. 76, dize que muchas bezes el demonio y bruxos hazen los unguentos y ponzoñas fuera del aquelarre, en casas particulares, preueniendo las sabandijas y los demas materiales de que se hazian, que todo lo nombra y declara, y las ollas y basijas para ello. Y hauiendo señalado la ora, que por la mayor parte era dia, a la que les parecia mas acomodada de la mañana o a medio dia, guando la gente andaua en el campo, y otras bezes los hazian de noche. Y hordinariamente se hazian en casa de Estebanya de Yriarte, hija desta, porque como ella y su marido eran bruxos, no thenian de quien se recatar. Y en casa desta se hazian pocas bezes, porque su marido y una hija y yerno no eran bruxos, y ansi no se podian hazer con comodidad, sino con mucho recato y peligro de que echasen de ver lo que se hazia. Y que para hazer los dichos unguentos en casas particulares, esta solamente se citaua con los bruxos de su camarada, que son seis personas que nombro, que todos contestan, y el demonio y sus criados con ellos, y en otras casas se juntauan otra camarada de çinco o seis bruxos antiguos, que nombro. Y estando juntos, el demonio dize entre si ciertas palabras y echa la bendicion [con la mano izquierda, a las cosas y materiales de que se an de hazer las ponzoñas. Y luego dize a los bruxos que trauajen y ansi lo hacen, y les ayudan los criados del demonio. Y que las cosas de que se hacen son sapos, culebras, lagartos, lagartijas, limacos, unas turmas de tierra que llaman pedos de lobo, y sesos de niños, y xugo y agua que sacan de los huesos de cuerpos de bruxos difuntos, que para este hefecto guardan, despues que en el aquelarre an comido la carne. Y todo lo conficcionan con el agua que an sacado de los sapos bestidos, guando los açotan, la qual tienen guardada en una olla. Y todas estas cosas las ponen al fuego en las basijas que son menester, y las incorporan y mezclan y rebuelben hasta que les dan su punto. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de actos comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio Idoate, Un documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.



Documento 3
La dicha Maria de Ximildegui, de 20 años, natural de Francia, cerca de la raya, criada y rresidente en Çugarramurdi, y la que, como esta dicho, dio principio al descubrimiento del aquelarre y compd. de bruxos de aquel lugar, moca de buen entendimiento y de bida exemplar, dize que estando en casa de sus padres en el lugar de Çuyburu, abria como dos años, tenia amistad con una moça, su vecina, y algunas noches se yba a dormir con ella. Y una de las noches le dixo la dicha moça que le hiciese compañía y fuese con ella a cierta parte. Y esta lo hizo asi y se fueron juntas por sus pies, bestidas y como se hallaron, sin auerse acostado y sin que las sintiese persona alguna de su casa, entre las diez y las once de la noche, a un arenal que estaua como dos o tres tiros de vallesta de la dicha casa, en el qual hallaron mucha gente y el demonio en una silla, y todas se holgauan, dançando y bailando cada una como queria. Y esta se espanto de ver tanta gente, y el ruido y confusion que trayan con los sones de los instrumentos, y casi se queda elebada y no sabia lo que era. Y como algunas mugeres de las que alli estauan la vieron tan afligida y que lloraua, la consolauan y dezian que aquello hera de muy gran gusto y que no tubiese pena, como lo echaria de ver otras bezes. Y por entonces no bio otra cosa mas que, como dicho tiene, muchas gentes de diferentes hauitos, y no sospecho lo que era ni que los que alli estauan fuesen bruxos, ni que el que presidia fuese demonio, ni que aquello fuese cosa mala. Y a cauo de un rato, se fueron todos, y esta y la compañera se bolbieron por el camino que se auian ydo y se desnudaron y acostaron juntas en una cama, y entraron por la puerta sin hazer ruido. Y esto mismo le suçedio otras [muchas noches que se fue en compañia de la dicha moça al dicho puesto, y todabia la consolauan y animaban unas mujeres que bibian cerca de la casa de sus padres. Y aunque preguntaua a las dichas mugeres y moça que entretenimiento era aquel, le respondian que no era mas de aquello que behia. Y una noche, bolbiendo del dicho arenal, en compañia de la dicha moça y dos mugeres a pie y en combersacion, apretadamente les pregunto que le dixesen que hera aquello, porque si era cosa mala las auia de acusar, y ellas le dezian que no era sino la cosa mejor que auia visto y que adelante ve holgaria mucho. Y la dicha moça, aunque dibersas bezes la ymportunaua, nunca le quiso decir otra cosa mas de que hazian aquella junta para holgarse, y como esta las fue apretando a que la dixesen lo que hera y las amenazaua, le binieron a dezir que la ahogarian si descubria cosa alguna de lo que ails pasaua. Y pasaron otras cosas que no son buenas para este proposito, mas de que siempre fue a pie y sin untarse al aquelarre durante el tiempo que fue bruxa, que fue como un año, y no quiso renegar de Nuestra Señora. Y de pena e maginacion cayo o enferma y lo estubo hasta que fue absuelta]. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de actos comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio Idoate, Un documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.

Documento 4
Miguel de Goiburu, de hedad de 60 años, u.' 8, fol. 50 dize que el quiere dezir en todo la verdad y que hasta aora no la a dicho porque el demonio se lo a ympedido. Y que lo que pasa es que, por la Pascua de Nabidad, estando mas de 50 personas juntas en la yglesla de Çugarramurdi, este y otros bruxos confesaron que lo eran. Y despues, fray Phelipe, vicario de la dicha yglesia, los aconsejo que si querian açeptar su negocio, se viniesen a presentar en este Santo Offiçio y que confesasen en el la verdad, y que asi les suçederla bien. Y hauiendose ydo a confesar con el, les dixo que no los podia absoluer si no se benian a este Santo Offiçio. Por lo qual, este y Graziana de Yriarte, y Esteuania y Maria, sus hijas, y Johan de Goyburu, hijo deste y Joanes, hijo de Sansin, su sobrino, trataron de se venir a presentar a este Santo Offiçio y lo comunicaron y prometieron asi al dicho vicario. Y despues de asi conçertado, fueron una noche al aquelarre, donde lo consultaron y comunicaron con el demonio, el qual les dixo y aconsejo que no biniesen, y que si benian, no confesasen la verdad, porque si la confesauan, luego los hauian de quemar, y que no le desamparasen y dexasen a el ni a su fee. Y lo mismo les aconsejauan y dezian todos los demas bruxos, por lo qual, todas las dichas seis personas, biendo que ya no podian dexar de benir, segun lo tenian determinado y prometido, se resoluieron en que biniesen a dezir y declarar como el vicario y todo el lugar, por fuerça los auian obligado a decir que eran bruxos, pero que ellos no eran bruxos, [y que por librarse de las amenazas del vicario y del lugar lo auian confesado contra verdad. Y auiendose partido y beniendose a presentar en este Santo Offiçio, despues de auer pasado de la villa de Lesaca un buen trecho, bebieron y merendaron en una fuente, y pasando adelante, donde esta una encrucijada de camino que atrauiesa, un hombre que trahian para que les señalase el camino se quedo atras. Y en el entretanto, el demonio se les apareçio con un semblante muy triste y en su talle muy feo, como siempre se les mostraua, y les dixo con una boz muy ronca: ¿Donde bais perdidos? Y alli les bolbio a aconsejar y amonestar que mirasen lo que hazian y que no confesasen, sino que negasen la verdad, porque si confesauan luego, los hallan de quemar. Y se aparto un poquito con este y con Graziana de Yriarte y les dixo que no le desamparasen ni dexasen su fee, y le rrespondieron que antes consentirian que los hiziesen pedaços que desampararle y dexar su fee, y que estubiese çierto, que hasta la muerte no le desampararian. Y encomendando a todos que negasen y estubiesen firmes en el, y se despidio dellos, y auiendo andado un poco de trecho, desaparecio. Y por lo que les mando y aconsejo, siempre a pretendido negar la verdad, segun que todos seis thenian conçertado y el demonio se lo auia aconsejado y mandado]. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de actos comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio Idoate, Un documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.

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